5 CLAVES PARA ORIENTAR VOCACIONALMENTE A LOS HIJOS Hoy en día, ser padres de adolescentes se presenta como un reto emocional bastante complicado. Por un lado, las amenazas y los riesgos de la modernidad hacen que los hijos estén más expuestos a situaciones de conflicto, a tensiones y a dificultades, insospechadas para los padres de generaciones pasadas. Por otro lado, el mismo proceso de desarrollo de los adolescentes hace que dialogar con ellos sea una labor bastante difícil, y a veces hasta imposible. Constantemente se escucha en la escuela a los padres de familia decir “mi hijo nunca me cuenta nada” o “yo le pregunto cosas pero él solo responde con palabras como –sí, no, normal-…”. Es normal que comunicarse -como adulto- con un adolescente sea bastante difícil pues ellos se encuentran en un momento de desarrollo en donde deben definir su identidad, conseguir amigos, ser aceptados por los pares, descubrir y ejercer libre y satisfactoriamente su sexualidad, y en general, enfrentarse a lo que es la vida realmente, como adultos, pero todavía con las emociones a flor de piel y sin control. Este panorama genera, no solo la ansiedad de los jóvenes, sino las permanentes crisis y preocupaciones de los padres, quienes sienten que ya no hacen parte de la vida de sus hijos, y que al intentarlo se estrellan contra un muro de silencio y de palabras monosílabas que no les dicen nada. Uno de los desarrollos clave de esta etapa de la vida es la elección de carrera, que implica escogencia de un ritmo y un estilo de vida propios. Por primera vez en la vida de un ser humano se crea la presión de “una decisión” que marcará el curso de su vida, sus amigos, sus futuras parejas, sus familias, y en general todas sus elecciones de ahí en adelante. Por eso es tan importante que cada joven cuente con el apoyo y el seguimiento de sus padres de familia, quienes, a través de su mayor experiencia en la vida, pueden aconsejar, acompañar, promover y cuestionar el proceso de decisión que está haciendo el hijo. Sin embargo, esto no es fácil, pues antes mencionábamos que precisamente en estos momentos coyunturales de la vida, es cuando el desarrollo se expresa en los jóvenes con rebeldía y silencio ante sus padres. Analizaremos entonces las cinco claves fundamentales para poder acompañar adecuadamente a los hijos adolescentes en el proceso de elección de carrera, sin atentar contra su intimidad y generando cercanía emocional. Generar una atmósfera emocional segura: La cercanía es el mejor elemento para lograr que dos personas confluyan en trabajar por un mismo objetivo. Y esto es totalmente aplicable a las relaciones entre padres e hijos. No se puede pretender, de la noche a la mañana, que una relación se torne cercana; este debe ser un trabajo del día a día, que no sirve simplemente a los fines de ayudar al hijo a encontrar su vocación, sino que es aplicable a todos los otros aspectos de la vida misma. Se debe crear confianza en el diálogo mismo, por eso, la mejor manera de generar diálogos constructivos -y emocionalmente seguros- es contar primero, o sea, llegar como padres a contarles a los hijos sobre cosas de nuestro día, de nuestra vida, incluso de nuestras tensiones, de cómo resolvimos ciertas situaciones conflictivas, de cómo utilizamos nuestras habilidades para responder con los proyectos, etc. Los diálogos entre padres e hijos no deben tener la forma de un “interrogatorio judicial” en donde una parte pregunta y otra parte responsa, sino que el carácter debe ser de intercambio, de fluidez en la entrega al otro de información valiosa; se debe abrir el corazón a que con el hijo adolescente se generen pautas que los lleven a reconocernos como padres-humanos, que también hemos tenido tensiones, estrés o crisis laborales, y que de ellas hemos salido usando nuestras fortalezas del carácter. Con el paso del tiempo, las consecuencias de generar diálogos en donde nosotros mismos brindemos información, es que el joven adolescente sentirá cercanía y seguridad para recurrir a nuestro consejo y a nuestro apoyo cuando algo le inquiete, con la misma naturalidad con la que nosotros también le hemos brindado algo de nuestra vida. A esto nos referimos cuando hablamos de “atmósfera de seguridad” pre requisito fundamental para que alguien pueda oírnos atentamente, y confiar en nuestros consejos. Quitar del medio la ansiedad por la decisión: Con un vínculo seguro generado ya con nuestro hijo, en donde ya se puede hablar -como seres humanos- en confianza, y con la cercanía necesaria para dar consejos, lo mejor -en el momento en que empiecen a angustiarse por tomar una decisión adecuada para sus vidas- es disminuir esa ansiedad, tranquilizar y quitar algo de la presión que sienten por la posible equivocación. Ya los estudiosos de la psicología y los modelos de toma de decisiones indican que en momentos emocionales de alta intensidad la probabilidad de cometer errores es mayor, por eso, lo más adecuado es disminuir la presión, dar confianza, y sobre todo, validar que cualquier decisión que se tome debe ser fruto de un proceso llevado a consciencia, informado y reposado, lo que automáticamente aumentará las probabilidades de acertar con una vocación adecuada para sus hijos. Brindar opciones constructivas de desarrollo e indagación: Los adolescentes agradecen mucho los detalles, generalmente se resienten con las “palabras” de aliento que les dan sus padres, y por eso a veces, cuando hablamos con ellos, nos acusan de “echar cantaleta”. A cambio de esto, hay muchas otras buenas formas de demostrarles nuestro afecto y la preocupación por generar en ellos procesos de reflexión en torno a sus decisiones profesionales. Un gran detalle, que se convierte en una opción constructiva de indagación, es darles la posibilidad de acceder a orientación vocacional. Hoy en día existen muchas opciones, desde la típica cita con un psicólogo, en un consultorio privado, al cual puede llevar a su hijo para que sea evaluado, hasta las opciones de evaluaciones virtuales, que cada
¿Qué hacer cuando tu hijo reprueba el año escolar?
Es común durante estas fechas la preocupación de docentes, padres y alumnos con respecto a los resultados finales de rendimiento escolar que se obtienen en casos como la reprobación de un año académico, trayendo consigo, castigos y reprendimientos que pueden derivar en traumas o estancamiento para los chicos. Justo Andrés Mesa, coordinador de psicología del Gimnasio Moderno y psicoanalista de la Sociedad Psicoanalítica Freudiana de Colombia, nos indica en esta entrevista para el programa «en directo» que a pesar del dolor o decepción que esto puede causar la psicología del desarrollo propone que debe mirarse como una oportunidad de desarrollo personal y no como un fracaso. Menciona, incluso, que el ser humano se adapta a los cambios y el desarrollo por lo que esta experiencia puede ser traumática, solo si como padres o ente educativo fomentamos la perdida de manera negativa y poco real y no como una oportunidad de socializar con nuevas personas, asumir los errores y ser resilientes. Los seres humanos tenemos diferentes capacidades para el aprendizaje y por lo tanto diferentes ritmos de comprensión, siendo así capaces para unas materias más que para otras, más receptivos con algunos profesores e incluso más sociables dependiendo del grupo de personas con los que nos encontramos. Estás son variables que influyen en el rendimiento académico por lo que es indispensable que sean tomadas en cuenta como oportunidades y no como fracasos. Entrevista Completa Les compartimos la entrevista completa, y esperamos que nos dejes sus comentarios, dudas o inquietudes. https://www.youtube.com/watch?v=G-KYtLXV01U&ab_channel=Capital