TEST VOCACIONALES EN LA RED

Para cualquier orientador escolar, encargado de realizar procesos efectivos de formación vocacional con los estudiantes de últimos años, es un desafío contar con pruebas de orientación profesional que sean precisas, y que realmente den cuenta de la realidad específica y profunda de cada joven evaluado.

No es un secreto para nadie que en la web existen infinidades de opciones, pues al insertar en los buscadores la palabra clave “test vocacionales en línea” son más de diez mil los resultados con ofertas como “test gratis”, “descubra gratis para qué es bueno”, etc.

En realidad, no es fácil entender cómo un test de categoría, preciso, probado y serio, pueda ser gratis en páginas de todo el mundo, y los expertos recomiendan que nunca confiemos en tales ofrecimientos, pues de esa forma lo que hacen los piratas cibernéticos es capturar nuestros datos a través de formularios, y usarlos con otros fines.

El poder en nuestra era de la información es contar con grandes bases de datos para enviar publicidad, o para generar mercadeo global de productos.

Por esta razón, los orientadores escolares deben ser cada vez más cautelosos en el proceso de buscar y elegir un test vocacional adecuado para su institución, responsable con la información de sus estudiantes, y certero en cuanto a la presentación de sus resultados, es decir, que el gran desafío para el orientador es que sea capaz de discernir, de todo ese universo de resultados virtuales, cuál es verdaderamente serio para aplicar, y cómo se maneja y presentan los resultados con los usuarios

La primera generación de test virtuales

Facilitaron la labor del orientador escolar, de forma efectiva, fueron una especie de “traducción” de los test tradicionales en papel, al mundo virtual.

En este sentido, el gran avance no se dio ni en las preguntas ni en las formas de respuesta, sino en la aplicación, pero sobre todo en la calificación, pues se automatizó este proceso, liberando así al orientador de gastar horas y horas calificando, a mano, cada una de las escalas, para poder hallar los resultados.

En promedio, un orientador -bien entrenado- podía invertir casi media hora en la calificación de un solo test, y luego debía usar el manual de instrucciones para poder elaborar el informe de cada uno de ellos. Todo ese desperdicio de tiempo jugaba en contra de su labor,  pues los estudiantes –adolescentes por cierto- no querían esperar más tiempo por sus resultados.

Se le debe agradecer a esta primera generación de test virtuales, que renovaron con mucha valentía, un proceso que desde siempre se había hecho con papel, y de forma presencial en cada colegio.

Algunas de las dificultades relacionadas con esta innovación tienen que ver con la inseguridad propia de las redes en el manejo de la información; por esa razón se contaba con códigos de acceso un poco engorrosos, el orientador tenía que llevar a los muchachos a las salas de sistemas del colegio, debía estar presente para “vigilar” que no se copiaran las respuestas y para que tomaran “en serio” la evaluación, y en fin se operaba de forma estructuralmente tradicional, pero con un computador de por medio.

Avance de la psicometría

Por fortuna, la psicometría ha avanzado tanto como los sistemas de información, y la tecnología ha podido ser usada para solucionar algunos de estos viejos inconvenientes, brindando así herramientas cada vez más efectivas a los orientadores, quienes ahora tienen todo un universo para elegir su mejor opción de test vocacional virtual, a costos mucho menores.

La segunda generación de los test virtuales llegó al colegio con el aumento en las velocidades de navegación, por esta razón, los orientadores escolares pudieron contar con aplicaciones de pruebas cada vez más ágiles, que “no se caían tanto” por fallas en la comunicación, y con la gran hazaña de automatizar el proceso de creación de informes y gestión de la información grupal.

Es decir, que de manera inmediata podía acceder a los resultados de cada estudiante, y podía analizar variables grupales para hacer comparaciones intra sujetos, intra grupos e incluso, intra cohortes.

Cambio estratégico

Fue tan estratégico este cambio, que los datos arrojados por los orientadores en su proceso de evaluación profesional empezaron a servir no solo para que los estudiantes escogieran mejor su carrera, sino que se convirtieron en un medidor del estado real de cada grupo, y pudieron ser utilizados por el resto de la institución para generar planes especiales de refuerzos académicos, o estrategias extra para trabajar dificultades en ciertos temas.

Ya se empieza a hacer evidente, que con la segunda generación de los test virtuales, el rol del psicólogo orientador se posicionó con mayor credibilidad y utilidad dentro de la institución educativa.

Pero aún falta la tercera generación de test vocacionales en línea, pues la innovación en el campo de la tecnología no cesa, y cada vez se generan ideas y emprendimientos más creativos y efectivos.

Esta última generación de pruebas vocacionales virtuales aprovecha todo el camino recorrido anteriormente.

Se vale de las grandes velocidades de transmisiones de datos, usa la optimización de las estrategias de calificación para seguir siendo instantáneas en la entrega de resultados, organiza y analiza la información por grupos de interés, garantiza, por medios legales vigentes, la seguridad y el trato ético de la información enviada por los usuarios, y en fin, inserta dentro de su desarrollo todo lo aprendido históricamente.

La gran innovación está en que esta última generación de test ha usado la comunicación social, el diseño gráfico, el diseño web, la neuropsicología, y la psicología del desarrollo, para generar pruebas que no parezcan pruebas, y que eliminen en el usuario la sensación de “estar siendo evaluado” para cambiarla por una experiencia agradable, única, sencilla y tranquila, garantizando así un acercamiento más natural y por lo tanto, unas respuestas más sinceras de parte de lo estudiantes que la aplican.

PICTOTEST

 Es uno de estos test de última generación, en cuyo centro se encuentra la psicología del desarrollo adolescente, y por esta razón no tiene preguntas en el modelo típico de entregar una frase inicial y cuatro opciones de respuesta que debe leer, analizar, entender y organizar.

PICTOTEST inserta en su experiencia de usuario interacciones visuales con las que el sujeto debe identificarse, o le presenta retos de atención, muy parecidos –en su estructura- a retos que encuentran ellos mismos en sus redes sociales.

Utiliza el conocimiento de la psicología social del adolescente, y los avances en la ciencia neuropsicológica, para brindar un escenario estimulante, motivador y que se deje explorar.

Por último, el gran avance de estas pruebas de última generación es que son capaces de “analizarlo todo”, como si el psicólogo estuviera atento a los comportamientos de su sujeto evaluado durante toda la aplicación.

En este sentido, se obtienen datos sobre comportamientos, disciplina, sistematicidad, organización del pensamiento y otras muchas variables que les permiten a estas pruebas ser bastante acertadas con respecto al futuro.

Ya veremos cómo siguen avanzando y evolucionando los test de orientación vocacional en línea, por ahora el orientador escolar debe sentirse tranquilo de que sus necesidades están siendo pensadas por grandes grupos interdisciplinarios en todo el mundo, y seguro porque cada vez la innovación sirve más a la automatización del proceso de evaluación, de tal forma que se trabaje con datos confiables, objetivos, claros y muy bien organizados.

Descargar Pictotest